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Una Campanilla llamada Ale

La serpiente

La serpiente El sábado compramos una serpiente. La pequeña exploradora llevaba detrás de ella desde que vio El libro de la Selva así que no tuve más remedio que ceder a sus pretensiones sino quería verme amenazado, un día, por una de verdad, lo que a todas luces hubiese sido bastante peor, así que preferí el remedio a la enfermedad -para que luego digan, y le compré una que lleva por dentro un alambre, que bien estiradita es una cabeza mayor que Ale. Se pueden imaginar la cara de la gente cuando vamos caminando por la calle y ven venir de frente a la “pequeña Eva” con una serpiente enroscada, con varias vueltas, a su cuello. En el parque todos los niños quieren tener una mientras Ale corre detrás de ellos asustándolos. Le pregunté por qué la serpiente no tenían ni piernas ni brazos y ella me dijo “que porque no era una niña” sic. Y cuando intenté explicarle que una vez hace muchos años, una serpiente le había dado una manzana a un niña que se llamaba Eva... ella me cortó rápidamente diciéndome que de llamarse Eva nada de nada, que se llamaba Blancanieves y la manzana se la había dado una bruja. ¿Para qué seguir, no?.

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