El cuento de los fideos
A Ale devolver le pone muy nerviosa, no sé, imagino que será porque se ve incapaz de controlar algo que no quiere hacer, así que se puso a llorar. Yo estaba sólo con ella porque mis padres habían salido a cenar fuera, así que primero me reí un poco (lo siento, no lo puedo evitar), miré para ella, abrí los ojos más que ella y di rienda suelta a mi imaginación:
-.¡Ale, ale, qué divertido yo también quiero hacerlo!.
-.¿El qué? me dice llorando.
-.Echar fideos como un dragón, Ale, eres un dragón, como Eliott, sólo que en vez de echar fuego echas fideos, ¿sabes por qué lo haces?.
-.¿Por qué? me pregunta muy atenta (ya había dejado de llorar).
-.Porque los fideos tienen miedo, en tu barriguita está todo muy oscuro y no hay luz.
Y entonces le conté una pequeño cuento: ella era una ballena como la que se había comido a Gepetto y a Pinocho, sólo que ella se había comido una familia de fideos: había un papá fideo, una mamá fideo, una fideo Alejandra, un fideo Dani, un fideo Violeta....
A la mañana siguiente cuando despertó Alejandra se lo contó todo a su madre y a la mía. Cuando salimos, al pasar por la Casa del Libro me dijo:
-.¡Papá, tenes que comprarme el cuento de los fideos!.
1 comentario
dama de agua -
;-)