Ale la buena

-¿Y tú qué le dijiste Ale?.
-.Le engañé, le dije que era muy buena.
Pero no se queda ahí la mala leche de la criatura, hace unos días se fue con mi madre a hacer un par de recados y cuando llegaron las dos mi madre me comentó que había sido muy mala y que se había portado mal. Bien, la cogí en brazos y la senté sobre mis rodillas, ¡vamos a hablarlo! -me dije.
-A ver Ale, ¿qué ha pasado?.
-Nada (Ale haciéndose la loca).
-¿Cómo qué nada si la abuela me ha dicho que te has portado mal?.
-Nada, la abuela es mala (Ale echando balones fuera).
-¿Cómo que la abuela es mala?, ¿qué has hecho para que ella me diga que te has portado mal?.
-Nada papá, no te lo puedo decir (Ale haciéndose la interesante).
-.¿Cómo que no me lo puedes decir?, ¿por qué te has portado mal?.
-.No te lo puedo decir papá, es un sequeto (Ale dejándome descolocado)
Se baja de un salto de mis piernas y se va corriendo del salón dejándome en la mas absoluta incredulidad y sin saber qué hacer, porque claro, no le iba a pedir yo a la niña que rompiese su "secreto de confesión y me lo desvelase siendo uno mismo poseedor de unos cuantos, bien guardaditos en un cajón y cerrados con una llave que se encuentra, al día de hoy, en el fondo del mar matarile, rile, rile. Así que tuve que dar el asunto por zanjado.
3 comentarios
Pim-pam-pum -
Anónimo -
Demasiada picardia y amor de padre entremezclado.
Irenia -
¡¡FELIZ AÑO!!