
A Ale le « trayó » Papá Noel dos marionetas : una princesa y una bruja, se pueden imaginar quién es la princesa y a qué mano fue a parar la bruja. A mí siempre me gusta romper los esquemas y cambiar los papeles para enseñar a mi guiñolín de tres años que nada es lo que parece, o al menos nada tiene por qué ser lo aparentemente es,
lo esencial es invisible a los ojosque decía El Principito, el caso es que aunque a mí, la pequeña directora de la función, nada más ver las dos marionetas, me asignó la bruja por si alguien tenía alguna duda, yo la convertí inmediatamente en princesa diciéndole que mi bruja era una princesa disfrazada y que su princesa realmente era una bruja. La niña se quedó mirándolas de arriba y bajo y dudó, lo que me parece todo un avance, pero su gran golpe de gracia fue cuando empecé a representar una pequeña función con ambos guiñoles y a ponerles voces raras. Entonces ella cogió a la bruja, metió su pequeña mano por debajo de la tela, se la queda mirando y me dice:
¡papá a mí la bruja no me habla como a ti!.
2 comentarios
Pim-pam-pum -
Besos a los dos niños.
Irenia -