
Esta es Ale en el Carpe diem, un día otoñal en el mes de julio. Ale fantasea con el barco y yo me encargo de dosificar su imaginación: el barco era de Peter Pan, que yo fui en él al Pais de Nunca Jamás. Un día Ale me preguntó por qué el barco no podía volar y yo le dije: "¿cómo que no vuela?, sólo tenemos que salir a navegar una noche, cerrar los ojos, sentir el viento de cara y al abrirlos sólo veremos las estrellas, y lejos, muy lejos, las luces de la ciudad. Claro que para ello necesitaremos polvo de hadas". Me preguntó si podríamos salir aquella misma noche.
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