¿Desayunan churros con chocolate los cerdos?
Sábado once de los corrientes (220v), (¿se pilla esto último?, porque si no se pilla, me lo dicen y no vuelvo a ser tan sutil. Y si se pilla, pues tenga ustedes también mucho cuidado no les vaya a dar corriente, juas, juas). Mi niña se despierta y le digo, bueno Ale, ¿nos pegamos un baño de espuma?.

Les aseguro que unos de los grandes placeres que tiene la vida es bañarme con mi hija y sus amigos los sábados y los domingos por las mañanas los fines de semana que la tengo.
A veces, en medio del baño me pide que la saque para hacer esas cosas que yo pensaba que las mujeres no hacían y más las niñas pequeñas pero ¡¡¡vaya que sí hacen!! y hasta eso me parece sublime por lo inocente, lo tierno y lo bello.¡¡¡¡Que se pare el mundo por Dios en ese instante!!!!, cuando la veo, yo desde la bañera con sus juguetes y también los míos, vale, lo reconozco- con más cuerpo metido dentro que fuera en la taza del water, llena de espuma por todas partes, y me dice, sonrisa de oreja a oreja: ¡¡¡papá también estoy haciendo caca!!!. ¡¡¡Joer hija, ¿sabes que un día te arrepentirás y no sólo de haberme dicho ese tipo de cosas, al fin y al cabo quién te limpia sino yo?, te arrepentirás de bañarte conmigo?.
No les voy a dar más rodeos para contarles lo que les quiero contar.
Bueno, pues verán, aquel sábado eléctrico mi hija se despierta y después de jugar un rato con ella en su cama, ¡uys!, perdón, en su barco, porque el suelo es agua, debajo de la cama hay cocodrilos terribles (almohadas tiradas por todos lados) y cuando aparecen por la habitación, mi madre, mi padre o mi hermano son piratas pero piratas tontos porque ponen cara de asombro cuando les decimos: ¿qué queréis?, ¿veníis a buscar el tesoro?. ¡Pues sabed que Wendy y yo no os lo vamos a dar!!! y ponemos el grito en el séptiemo (vivimos en el cuarto) -es nuestra consigna de guerra- ¡NO QUEREMOS CRECER!!!. Y claro, mi padre pone cara calavera, a mi hermano no le hace falta y la única que colabora un poco en el show del Capitán Keating es mi madre, aunque a veces tengo que recordarle que los piratas en medio de sus luchas de almohadas, sables de espuma, no le preguntan a uno: ¿queréis que os haga churros con chocolate para desayunar?.
En fin, prometí no enrollarme y miren ustedes donde estoy metido nuevamente. Derrotada la pirata Violeta (¿conocen algún pirata con nombre de flor?) y enviada a galeras (cocina) a prepararnos churros con chocolate para desayunar como castigo por su derrota y ustedes perdonen pero es la única salida digna que encontré al follón de disparate que tenía montado, le digo a mi Wendy: ¡¡¡Venga Ale vamos a bañarnos!!. Y entonces ella, y sólo ella, con poco más de tres años, es capaz de darme la siguiente respuesta, me calza, dos puntos, abro comillas y signo de exclamación: ¡Papá, HOY NO ME QUIERO BAÑAR, QUIERO OLER COMO UN CERDO!"
Hago un punto y aparte en este momento para que ustedes se tomen unos segundos de reflexión

Pero volviendo al relato, se me planteaba un problema que no era menor: ¿cómo salir dignamente de tan grandioso lance (y me estoy refiriendo a la genial frase de la piratilla) sin perder el garfio (y me estoy refiriendo al que llevaba en mi mano izquierda. Les juro que lo tengo)?. ¿Cómo salir de un absurdo sin caer en el absurdo?. Pues aguantando la mano, viendo que el absurdo es de farol y doblándolo, como si de una partida de poker se tratase. Así que en lo primero que pensé fue en atacar directamente al corazón de mujer que tiene mi niña, sin piedad, porque aunque mi hija tenga tres años maneras se le ven ya (ellas me entienden), pero claro cómo iba a decirle a mi hija: ¡pues no te compro el vestido, los zapatos esos tan monos o ese bolso de piel que te hace juego con no sé que cinturón!, así que decidí enfocar mi estrategia hacia otra parte, quizás menos sentimental pero igualmente importante: el estomago.
Y entonces sabiéndome ya victorioso y sin emplear la /ch/ como ella, con mi santo par le solté: ¿pero alma de dios tú has visto alguna vez a un cerdo sentarse a la mesa a desayunar cocolate con surros ?.
Si ella es rápida entrando a matá yo lo soy más con el capote y le calcé un peazo chicuelina que dejé a la piratilla descolocada, y más confundida que Dinio en la casa de Gran Hermano.
Ovación en el tendido y vuelta al ruedo, es decir a la cama, es decir al barco. ¡Uffff!, y respiré aliviado. Por el momento.
2 comentarios
Sory -
Amanda -
JIji, felicidades por ser felicessss!!
Saludos