Blogia
Una Campanilla llamada Ale

El dominó

El dominó Hubo un tiempo (no hace mucho) en que los hijos trataban con respeto a los padres, incluso el tratamiento era de usted. Hoy los tiempos han cambiado tanto que en mi caso, a veces, soy yo el que trato de usted a mi adulta de casi cuatro años. No sé, me hace gracia, ¡me resulta tan divertido hacerme yo el pequeño y hacerla mayor a ella!.
Lo cierto es que te pasas nueve meses de tu vida queriendo salir y el resto queriendo volver a entrar, al menos y desde hace algunos años ese es mi caso. Pero bueno, a lo que íbamos, tratas al llaverín como si fuese una mujer hecha y derecha y claro, luego no te puedes quejar con lo que se oye.

Ale tiene, desde hace unos meses, un dominó de animales de madera. Es muy buena, siempre me gana –pssst aquí, entre nosotros, yo creo que me un poco de trampa-, el caso es que ella acaba sus fichas antes que yo y el otro día, cuando ponió su última pieza, el cerdito/pato, lo hizo exclamando: ¡Ay Paquito, Paquito!.

¿Se imaginan la cara de seis doble que me quedó?.

3 comentarios

Chur -

Lo malo habría sido que se te hubiera quedado la cara de "pito"

Jesús -

Jajaja, y es que con los tiempos que corren, a veces debemos de arrodillarnos ante nuestros niños.

Qué ingeniosos son!