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Una Campanilla llamada Ale

La Copa América

La Copa América Míralo hija, mira qué hermoso es. Es el Alinghi. Es un barco, como el tuyo, como el nuestro. Bueno quizás no sea como el tuyo y el mío, tú sabes que el nuestro es más bonito porque nos lleva siempre a donde queremos pero verás hija, el Alinghi en el 2007 será nuestro barco, nos representará, defenderá nuestro honor. Probablemente nunca navegaremos en él pero sí estaremos allí, en nuestro pequeño velerito de nombre Carpe diem, para que no se sienta solo, para ayudarle a orzar, para soplar sus velas.

Ayer se supo que Valencia organizará la Copa América en el 2007 y este es un hecho histórico, por primera vez en 152 años la Copa América viene a Europa y además lo hará aquí muy cerquita, casi en nuestro mar. Sé que a ti todo esto (todavía) no te dirá nada pero créeme si te digo que en la vida se hacen cosas que sólo se entienden y se valoran mañana. Un día te contaré 152 años de historia, de tradición, de honor, de barcos, de mar y de viento.

Ayer salí de trabajar y fui a verte en tren, llovía y hacía frío. Te recogí en un pequeño centro comercial para llevarte a una cafetería cómo única opción, así que para allí fuimos, a veces “colgada como un jamón”, a veces como una amazona aunque protesten mis cervicales y otras, las más, porque ya te vas haciendo niña, cogidos de la mano caminando tranquilamente pegaditos a los edificios para procurar mojarnos los menos posible.

Llevaba preparado un pequeño block y una caja de lápices ALPINO para pintar una puerta por la que poder pasar y no tener así que respirar el humo, ni oír el ruido de aquel café. Empecé a pintar la mitad de la hoja en azul y te pedí que dibujases el Carpe diem. Luego yo dibujé un velero más grande al que llamé Alinghi y te pregunté si vendrías conmigo en el 2007 a Valencia a verlo, a estar en la Copa América. Me dijiste que sí, imagino que sin ser muy consciente a qué, pero yo me prometí que hoy compraría un periódico y haría un barquito de papel con la hoja de la noticia, se quedaría en la habitación que tienes en mi casa hasta el 2007 para recordarme el sueño y para que tú, un día, me preguntes qué hace ese barquito de papel en ella. Entonces te contaría el día de ayer y el de hoy, te contaría que cuando llegue la fecha, antes de irnos, tenemos una obligación con la historia, con nuestra historia, deberemos echar aquel barquito de esperanzas al Cantábrico para después partir al Mediterráneo.

Cuando lleguemos, te leería este pequeño cuento para que vieses que los sueños Ale, a veces, se cumplen, que sólo basta alimentarlos de vez en cuando con lágrimas y unas pocas miguitas de pan. Para entonces tú ya sabrías hacer barcos de papel porque yo te habría enseñado y harías uno con esta hoja. Lo botaríamos al mar y navegaríamos los tres: el Alinghi, el Carpe diem y el Noviembre, que así bautizaríamos a tu barco, porque en noviembre se conoció la noticia, porque en noviembre te escribí este relato, porque en noviembre ya huele a navidad….. porque noviembre es mi vida y para que tú me preguntes por qué.

¡Oh capitán, mi capitán!

3 comentarios

Irenia -

Dulce noviembre

Lorena -

Me ha llegado al corazón

Invitado -

Se me escaparon las lágrimas. Enhorabuena