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Una Campanilla llamada Ale

No sientas nunca mi frío

No sientas nunca mi frío ¿Cómo estás ahí Ale?.

Por aquí hace frío hija pero no es el frío que tú conoces. No es el frío que tú sientes todas las mañanas cuando vas al cole. No es el frío que te divierte porque de tu boca sale “humo”. No es frío que te hace pensar que pronto vendrá la nieve e iremos juntos a Pajares o San Isidro. No es el frío que te quitas cuando te paras delante de mí en la calle y me dices: “papá cógeme” y echas a correr con esa sonrisa que le quita el frío a la gente que nos ve. No es el frío que dejas de sentir cuando te abrazo y le doy mi aliento de desesperanza a tus manos que ellas transforman en sonrisa, en la tuya y en la mía. No es ese frío hija. Es otro Ale. Es un frío que ojalá nunca sientas. Es un frío que no aparece en los mapas del tiempo. Que no avisa, que cuando llega se queda y aunque se vaya siempre vuelve, aunque tengas las ventanas y las puertas de la casa cerradas, las velas encendidas y estés escuchando boleros como yo estaba ayer, viendo el mar.

Hoy en el trabajo me han dicho que echarán a tres personas sólo porque la cuenta de resultados no tiene calor suficiente y los accionistas tienen frío hija. No te preocupes, no dudes, su frío no es el tuyo, ni el mío. Tampoco lo es el calor que ellos sienten. ¿Dónde está la diferencia?, en poder sentir el cariño que desprende esta carta al escribirla y el calor que tú debieras recibir al leerla. La vida está llena de matices, de sentimientos, de intensidades, aunque todos lo escribamos de igual manera: frío y calor, esperanzas y desilusiones.

Abrígate y no le olvides poner bufanda a tu corazón, aunque sea verano.

Te quiero

2 comentarios

Pim-Pam-Pum -

El frio que tu sentias es la vida, a veces caprichosa!!!.
Pero ese frio de la vida cambia, cuando te convences de que:

" Amar o haber Amado es suficiente" ( Ruben Dario).

Sory -

a mi tambien !